Los baños de sauna estimulan las glándulas sudoríparas, lo que ayuda a limpiar el cuerpo. Junto con el sudor, se eliminan toxinas e impurezas, lo que, a su vez, tiene un efecto beneficioso sobre el estado de la piel. ¿Qué ocurre exactamente durante una sesión de sauna y qué efectos tienen las sesiones regulares?
¿Qué le sucede a la piel durante una sesión de sauna?
Durante una sesión de sauna, la circulación sanguínea en la piel mejora y la capa córnea se hidrata. Al desbloquear las glándulas sebáceas, también se elimina el exceso de sebo. Los procesos metabólicos en las células de la piel se aceleran, los poros se abren y la piel, después de la sesión, queda mucho mejor oxigenada y con una mejor circulación sanguínea. Además, la alta temperatura favorece el drenaje natural de la linfa, lo que es útil en la lucha contra las estrías o la celulitis, entre otros. También favorece la eliminación de toxinas e impurezas del cuerpo: no en vano, la sauna se recomienda a personas con problemas de piel como la psoriasis o el acné. No solo hablamos de acné facial, sino también de granos en el escote, la espalda u otras partes del cuerpo. La sauna también se utiliza con frecuencia en tratamientos que ralentizan el proceso de envejecimiento. El calor puede ayudar a estimular la producción de colágeno, que es responsable de la firmeza de la piel; es su pérdida la que se asocia con un envejecimiento más rápido.
Resultados visibles del baño de sauna en la piel
Incluso una sesión en la sauna permite notar los primeros efectos en la piel: el uso regular de la sauna tiene un efecto beneficioso sobre su estado. Como resultado de los baños regulares, la piel se vuelve más firme, suave y elástica. También se puede observar una mayor luminosidad y mejora en el tono: después de un baño de sauna, la piel suele adquirir un tono más rosado. Además, el uso de la sauna tiene un efecto positivo en el nivel de hidratación de la epidermis, por lo que puede ser una buena opción para las personas que luchan contra la piel seca y deshidratada. La sauna también ayuda a reducir las arrugas que aparecen en la piel con el paso de los años.
Reduce la hinchazón y otros efectos beneficiosos.
Las sesiones de sauna no solo afectan la elasticidad y el tono de la piel, sino que también son un verdadero remedio para la hinchazón. Junto con el sudor, se excreta la sal del cuerpo, y es esta sal la que retiene el agua, lo que a menudo provoca la hinchazón. La sauna también puede ayudar en la lucha contra la celulitis, ya que el exceso de sal y agua son responsables de su formación. Además, los baños de sauna contribuyen a suavizar varios tipos de cicatrices. La alternancia entre el calentamiento y el enfriamiento del cuerpo provoca la dilatación y contracción de los pequeños capilares, lo que resulta en una regeneración más rápida de la piel.

Problemas de la piel: contraindicaciones para el uso de la sauna
En algunos casos, el uso de la sauna puede no ser aconsejable, por lo que siempre es recomendable consultar a un médico. Esto incluye a personas con cuperosis, ya que las altas temperaturas dilatan los vasos sanguíneos, lo que puede agravar el problema. También es mejor abstenerse de la sauna si se tienen heridas o costras recientes, hasta que se curen por completo. Las personas con piel atópica pueden disfrutar de los baños de sauna, pero deben asegurarse de secarse el sudor con frecuencia, ya que la sudoración excesiva puede resecar y irritar aún más la piel. También se recomienda consultar a un dermatólogo antes de usar la sauna si se tiene piel sensible o propensa al enrojecimiento.
Enfermedades de la piel después de una sesión en la sauna: ¿cómo evitarlas?
El uso inadecuado de la sauna puede provocar problemas en la piel, ya que a muchos microorganismos patógenos les gusta el ambiente cálido y húmedo. Por eso, es importante saber cómo actuar durante las sesiones para protegerse de posibles infecciones. Uno de los aspectos más importantes es el uso de una toalla: es recomendable colocarla no solo en el banco, sino también debajo de los pies. Una toalla en el suelo puede prevenir las verrugas o infecciones por hongos. Antes de la sauna, también es necesario lavar y secar bien el cuerpo, y en caso de rasguños o heridas abiertas, es mejor esperar a que se curen antes de realizar la sesión.
¿Cuáles son otros beneficios de la sauna?
Los baños de sauna ofrecen muchos beneficios no solo para la piel, sino también para diversos sistemas del cuerpo. El uso regular de la sauna mejora la circulación sanguínea y la eficiencia del corazón, influye positivamente en el sistema respiratorio y promueve la regeneración del cuerpo, especialmente después de una actividad física intensa. También ayuda a reducir el dolor muscular y articular, favorece el metabolismo y apoya la lucha contra infecciones no deseadas. Además, no se puede pasar por alto la mejora del bienestar mental y la calidad del sueño.

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